
El Lago Titicaca compartido con Perú, es el más grande de Sudamérica, ocupa un área de 8.100 km, y esta situado a 3.812 m.s.n.m, esto hace que sea el lago más alto del mundo. Es de origen tectónico y su profundidad varia desde los 150 a 370 metros.
Se dice que el lago Titikaka toma su nombre de la isla llamada Intikjarka, palabra que deriva de dos palabras aymaras y quechuas: Inti, sol y kjarka, peñasco. Otras versiones, señalan que proviene de Titi (Gato o Puma) Kaka (piedra), esto sería “Puma de Piedra”. En esta zona del lado de Bolivia se percibe la fuerza del sitio, de sus antiguos habitantes, que convirtieron a este mar interior en un lugar sagrado y misterioso.
Tradiciones orales que han perdurado por siglos, le adjudican el nacimiento del pueblo incaico a una pareja colla-aymará, Manco Capac y Mama Ocllo, que el sol engendró en medio del lago. A través del tiempo ejerció el carácter de “Mare Nostrum” para las altas culturas que florecieron en el corazón de los andes.
Su gran extensión y la irregularidad de su contorno, forman numerosas bahías, penínsulas, golfos, y aloja más de veinte islas. Las islas de mayor interés arqueológico y turístico se encuentran en Bolivia; como la isla del Sol o Titicaca, y la Coatí o de la Luna.
Ruinas en la Isla del Sol
En la isla del Sol una escalera de piedra lleva a un mirador desde donde se puede observar la vertiente del lugar llamada la Fuente del Inca. Las ruinas que se encuentran en esta zona, fueron en sus orígenes, un bloque de viviendas de dos pisos denominada Pilcokaina, cuya construcción ha sido atribuida al dominio inca durante el siglo XV, época del reinado de Topa Inca.
Pilkokaina significa el “sitio donde descansa el ave”, siendo el ave, el Inca para el que se erigió una suntuosa residencia temporal.
Esta edificación, está situada a unos 500 metros del actual puerto de Saxamani en la Isla del Sol. En él vivían vírgenes de entre 12 y 15 años que se perfeccionaban en varias artes. Las vírgenes también se dedicaban al cuidado de animales y al estudio de plantas curativas. A esta isla sólo tenía acceso el monarca o rey Inca.
Ruinas en la Isla de la Luna
Separada por unas pocas millas náuticas, se encuentra la isla de Coatí o de la Luna. Donde las ruinas pertenecen a una estructura ceremonial de 35 habitaciones levantadas sobre un terraplén de proporciones rectangulares de 55 m. de largo y 24 m. de ancho.
La construcción realizada por los arquitectos incas son de piedra sin labrar, a excepción de una sola habitación de las 35 que componen la planta baja que se encuentra revestida con piedras labradas, se dibuja en forma de una gran C.
Embarcaciones de totora en la Isla de Suriqui
La pequeña isla de Suriqui ubicada en el lago menor del Lago Titikaka, adquirió fama mundial, cuando el noruego Thor Heyendhal patrocinó en esta isla la construcción de dos grandes balsas, la Ra II y la Tigris, para realizar expediciones transoceánicas.
Las mismas fueron realizadas con el material que utilizan los nativos del lugar para construir sus mini embarcaciones.
Estos navegan en balsas que son realizadas con el trenzado del material que extraen de una planta que abunda en la zona la “totora”. Por eso entre las embarcaciones que navegan el Lago Titicaca, también se ven estas balsas de totora o caballitos de totora.
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